MIS MANOS
He visto veinte veces mis manos
y olvidé para que sirven...
me parece que en las noches
se posaban en tus manos
pero sólo me parece...
esos apéndices largos
que tienen esas, mis manos...
andan abdicativamente
olvidando roses y palpos…
soló bailan en silencio
cuando las miran mis ojos
como perdonando agravios
y recordando tus manos…
que se han ido y no volvieron...
y hoy me pregunto en silencio
para que sirven mis manos.
Bernal Vargas
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